isil_lote | Sacrificio

Su mano temblaba, a su pesar.

Se había prometido a sí mismo que llegado el momento no lo haría. Pero aquí estaba, y sus dedos se crispaban alrededor del mango del cuchillo, y su brazo no se atrevía a asestar el golpe. Y eso no era una buena señal. Uno no cambia el mundo teniendo dudas. Tenía que ser resuelto, decisivo, enérgico, rotundo. No se suponía que mirara hacia atrás; no podía mirar atrás. No ahora.

...Y sin embargo, comenzaba a temer que esta tarea era más de lo que se le podía pedir, más de lo que podía soportar. Lo cual, teniendo en cuenta todo lo que había sido capaz de hacer para llegar hasta este momento, era casi una broma cruel.

O, conociendo a su amo, una prueba final.

-Tengo que hacer esto. Tú lo entiendes, ¿cierto? -susurró con fervor, apenas atreviéndose a levantar la voz.

Podía sentir los ojos de las dracaenae clavados en él. Había querido venir solo, pero Él no se lo permitió. Odiaba a esas cosas. Trabajar con ellas le repugnaba. Pero no tenía opción.

-No tengo opción -confesó, avanzando un paso tembloroso-. Esta es la única manera. La única manera de cambiar las cosas, de mejorarlas... La única manera de traerte de vuelta.

La voz se le quebró con la última palabra y no pudo seguir. Patético. Realmente deseaba poder haber estado solo, habría hecho todo mucho más fácil. O quizá no. Pero, sea como fuere, ya no podía seguir retrasando lo inevitable; detrás de él las bestias comenzaban a sisear inquietas, y no sin motivo. Estaban en territorio enemigo, lo sabía, y sus siluetas podían ser descubiertas en cualquier momento. Así que, respirando hondo, se obligó a tragar el nudo que se había formado en su garganta, y empuñó el cuchillo con más fuerza.

-Lo hago por tí. Por nosotros. Cuando esto termine, ya no tendremos que escondernos más, ya no tendremos que correr para salvar nuestras vidas. Podremos tomar y tener lo que merecemos. Podremos ser una familia de nuevo.

Una ráfaga de viento se elevó, y revolvió su cabello, poniéndole la piel de gallina. No le gustaba este lugar, nunca le había gustado. Le traía recuerdos demasiado dolorosos. Pero era necesario recordar, como también era necesario que él estuviera aquí en este momento. Que hiciera lo que tenía que hacer. Ahora lo entendía.

-Voy a arreglar las cosas, lo prometo. Sé que es lo que querrías que hiciera.

Pero le hubiera gustado que le pudiera responder. Le hubiera gustado que se lo hubiera podido decir ella misma, saber que lo estaba escuchando. Le hubiera gustado que no fuera necesario hacer nada de esto. "Pero ellos la abandonaron, como a todos los demás", pensó sintiendo una ira familiar incendiar su pecho, quemando como si fuera el primer día. Ellos tenían la culpa, y ahora iban a pagar por ello. Y ella iba a estar ahí a su lado para verlo. Él se iba a asegurar de ambas cosas.

-Lo siento -susurró una última vez, tocando fugazmente lo que alguna vez había sido su amiga.

Su mano ya no temblaba cuando alzó el cuchillo.

Cuando la hoja envenenada atravesó la corteza y se clavó en lo profundo del tronco, fue como si apuñalara su propio corazón. Pero si las cosas iban a cambiar, se necesitaban hacer sacrificios. Ella ya había hecho el suyo, años atrás. Ahora era su turno. Y él estaba más que dispuesto a sacrificar su corazón, si eso servía de algo.

Un trueno retumbó en la distancia, cuando por fin retiró el cuchillo. Por supuesto, pensó con amargura. Preocupándose cuando ya es demasiado tarde, como siempre.

-Pronto nos volveremos a ver, Thalia.

Se secó la mejilla, antes de voltear para descender por la colina y caminar al encuentro del séquito de dracaenae que lo esperaba con impaciencia.

Nunca pudo decir si había sido una lágrima o la lluvia que había comenzado a caer.

Flat | Top-Level Comments Only

From:

isil_lote

LO SÉ, SEÑORA, ME CASTIGO, SEÑORA.

...welp, no sabía. Y si lo supe lo olvidé. CONOCES MI MEMORIA!1! |'D

mourirdemain

Catie y yo ya te condenamos al Tártaro sin lugar a volver 8((((

Yo me sorprendí cuando me enteré que los habías leído por proxy, actually!! Y SHAME ON YOU YOUNG LADY!!!